lunes, 21 de mayo de 2018

Anime (surgimiento)

Japón en el anime nació como una forma de dar a conocer las influencias japonesas dentro de las series de animación del país del sol naciente. En esta serie de entradas que continuamos actualizando, nos hemos introducido en la importancia de la cultura, arte y literatura.




A principios del siglo XX cuando varios cineastas japoneses se sintieron interesados por las técnicas de animación que se empezaban a usar en occidente, principalmente en Francia (cuna del cine), Alemania y Estados Unidos. 
Estos experimentos no produjeron material de consumo masivo, u obras que fueran muy populares, pero establecieron paulatinamente una industria que vio su eclosión a principios de los años 60 con el estreno del Astroboy de Osamu Tezuka (1963). 



La serie tuvo muchísimo éxito, lo cual llevó a que posteriormente fuera exportada y se viera en otros países, y le dio suficiente confianza a la industria de la animación japonesa como para "soltarse" un poco más e ir despegándose de la influencia occidental. 

Así empezaron a surgir más obras de animación hechas en Japón, que apuntaban a un público netamente japonés y que adoptaban una temática propia y alejada de la temática que manejaba occidente. De este modo surgieron géneros completamente únicos como el género "mecha", palabra que deriva del vocablo inglés "mechanical" y se usa ampliamente para definir un género de animación donde los protagonistas son robots -inusualmente gigantezcos- que luchan contra otros robots -también inusualmente gigantescos. 




Aquí empezaron a perfilarse los que serían considerados posteriormente los grandes maestros de la animación Japonesa, como Hayao Miyazaki y Mamoru Oshii. 



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